Este es el podcast Socialmente2.0, aquí encontrarás historias de superación de personas reales.
Hola, te doy la bienvenida a Socialmente2.0, soy Carmen y hoy seguimos con el tercero de los episodios dedicados a lo que sienten los niños en distintas etapas de su vida, reflexionando sobre mi propia niñez y experiencias. Todo lo que cuento son experiencias propias, tal y como lo recuerdo.
Espero que os guste y después de la historia, haré una pequeña reflexión sobre el tema.
Los hermanos mellizos
Cuando nacieron sus hermanos mellizos , Carmen tenía 6 años. Hasta ese momento había sido la menor de cuatro hermanos. En esa posición estaba muy cómoda, era la pequeña y la mayoría de los mimos eran destinados a ella.
Pasó de ser la menor, a ser la cuarta de seis hermanos.
Sus hermanos mellizos eran iguales, sólo se distinguían porque uno tenía un remolino en la cabeza y el otro tenía dos.
Cuando fueron creciendo, todos la casa y en el vecindario, adoraban a esos niños. Migue, era grandote y fuerte y Fran, era un poco más delgado y endeble. Siempre estaban jugando y alborotando.
El día que llegaron a la casa, eran muy pequeñitos. Los pusieron a los dos en un sofá típico de escay de la época. Cuando nadie miraba, Carmen se sentó encima de los dos. Pensó que los había matado y salió corriendo. Al rato volvió, temerosa por lo que había hecho y vio que estaban bien, menos mal, pensó, de lo que se había librado.
A los 4 años, ya no eran iguales. Migue era el más travieso. Llevaba gafas y a veces las rompía o las perdía. Pero era muy alegre. Cuando jugaban al fútbol, se quitaba las gafas en cualquier lado, y siempre les tocaba a las hermanas ir a buscarlas, jaja. Siempre estaba herido, de hecho, actualmente tiene muchas cicatrices en la cabeza, de la época de cuando era pequeño, porque era muy atrevido .
Fran era más tranquilo, pero cuando estaban juntos no paraban, corrían, se peleaban, reían.
Un día estaba Carmen con su amiga y vecina Mari Angeles, entonces los niños ya tendrían 6 o 7 meses, los sacaron de paseo, ellos sentados cada uno en su sillita. Mari Angeles llevaba uno y Carmen otro. Subieron hasta la cuesta de la fuente, y desde allí, echaron una carrera cuesta abajo, cada una con un carrito con uno de ellos.
Los niños reían, se lo pasaron genial, sin saber el peligro que corrían.
Carmen comenzó en esa época a pasar más tiempo sola en su cuarto, jugando o leyendo. Le gustaba la tranquilidad, y en casa no la tenía. Tampoco la atención que necesitaba.
Reflexíón:
En este episodio, se ve cómo Carmen pierde su estatus de hermana menor. Ahora hay dos pequeños, que tienen la casa y a todo el vecindario revolucionado. Sus hermanas mayores hacen de medias madres con los niños. Tienen que ayudar en casa, porque su madre no puede con todo.
Carmen se siente sola, ya no recibe los mimos de antes, se aburre, incluso se pelea con su hermano mayor.
Sale llorando de la casa, un día que se ha peleado con su hermano Jose, el mayor. Su padre le pregunta que qué le pasa. y ella contesta que su hermano le ha pegado , que no la quiere. El padre la sienta en sus rodillas en el escalón de la puerta y le dice, que su hermano la quiere mucho y le hace cosquillas, que la hacen reir.
Será uno de los últimos recuerdos que le queden de su padre.
No prestamos atención, pero los niños sufren los cambios y si no estamos atentos, pueden marcarles toda la vida.
Gracias por escucharme, espero que te haya gustado, me puedes dejar sugerencias de temas en el correo electrónico social_mente_2.0@hotmail.com. También puedes encontrarme en instagram en @social_mente_2.0 o en la página web www.socialmente20.com, un beso muy muy fuerte y te espero en el próximo.