Solo María

 Solo María

María del alma mía,

María, mirada dulce,

María, mirada fría,

madre buena,

madre mía.

María se llama mi madre,

María, solo María.

Amaneció un día de sol,

de invierno, aquí en Sevilla,

el portal de Belén adornaba,

el salón de la casa de María.

Sus hijos seguían durmiendo,

nunca se espera, tan mala noticia,

José se había ido al cielo,

dejando sola a María.

María del alma mía,

María, mirada dulce,

María, mirada fría,

madre buena,

madre mía.

Pasaron muchos, muchos años,

por la vida de María,

y recuerda aquellos ratos,

que con José compartía,

sin embargo, no recuerda,

las cosas del día a día,

si ha comido o se ha tomado,

a su hora las pastillas.

María del alma mía,

María, mirada dulce,

María, mirada fría,

María, solo María.

Carmen Rodríguez.

Cena Ibicenca

Cena Ibicenca

La Mari y la María

se van de cena, 

con sus camisas blancas,

que la fiesta es Ibicenca.

Se han pintado los ojos,

el rabillo, solamente,

colorete en las mejillas

y el granate de los labios,

que la ocasión lo merece.

Mi niña ha venido a arreglarme,

le dice María a la Mari,

les hago una foto juntas,

hay que ver, que guapas salen.

Como dos chiquillas van,

con ilusión y alegría,

 para coger buen sitio,

para vivir la vida.

La Mari y la María

se van de cena,

con sus camisas blancas,

que la fiesta es Ibicenca.

Carmen Rodríguez.

Acoso laboral

 Acoso laboral

Semanas que empiezan un martes,

con la guardia, en el trabajo,

Tú apareces con el móvil,

ni saludas, solo hablando.

Ni dando unos Buenos Dias,

y yo estoy aquí abajo, 

sintiéndome nada o menos,

trabajando y trabajando.

Los días en la oficina,

por la tarde, teletrabajando,

que hay atraso y falta gente

y esto hay que sacarlo.

Sin embargo, no agradeces,

lo que yo me estoy esforzando,

te fijas en los detalles,

sabes que me estás humillando.

"-esas personas de allí,

que pasen por otro lado,

que con el tiempo que llevas,

¿todavía no lo tienes claro?-"

"-No atiendas al personal,

en el umbral de la puerta,

¿no ves que estás estorbando?-"

Te fijas en pequeñeces,

mi corazón lo está notando,

el estrés recorre mi cuerpo, 

y eso me está matando.

Y no es el exceso de escritos,

de demandas, de trabajo, 

es el trato que recibo,

el rechazo, el fracaso,

que siento cuando me miras,

desde arriba,

y yo,

aquí abajo.

Es el desprecio diario,

que antes sintieron otros,

y los que vendrán,

a soportarlo.

Y no comprendes que formamos,

un equipo,

un equipo de trabajo,

que todas las piezas encajan,

si está bien conformado.

Y si alguna pieza falta,

todo se va derrumbando,

porque todos hacen falta,

estén arriba, o estén abajo.

Carmen Rodríguez

El Lobo

 El Lobo

Se disfrazó el lobo, de caperucita,

te embaucó con sus encantos

y desde entonces me mientes,

desde entonces, me miras diferente.

Hace años que su hechizo te atrapó, 

hace años que no escucho tu risa,

hace años que no disfruto tus charlas,

atrapado en un mundo de dicotomía,

que niega  las emociones,

que ningunea la vida,

que mata las ilusiones,

y las metas, aniquila.

¿Quién te ha dicho que eso es bueno?

Te ha mentido, te ha engañado

y has preferido creerlo,

has preferido adorarlo.

El lobo estaba detrás,

de la verde caperuza

haciéndose rico a tu costa,

empobreciendo tu espíritu,

vaciando tu mente, tan noble,

y haciéndote creer que sin él,

no sabrías gestionar, las emociones.

Será duro y sin embargo, 

si decides apostar por ti,

sufrirás, porque en la vida se sufre,

llorarás, en la vida se llora,

sentirás la melancolía, la pena,

te rallarás con tus cosas,

pero también disfrutarás la alegría,

la grandeza de un abrazo,

de una charla con amigos,

de una vida sin perderte,

todos los sentimientos,

todos saborearlos.

Atravesar los momentos difíciles,

sólo con tu persona, sin el lobo,

que todo cree, que lo soluciona.

        Carmen Rodríguez

Infancia

 Infancia

Entre piringotes y caramelos,

meriendas de leche y galletas, 

y si tú me dices: "cosquillas"

yo ya es que me tiro al suelo,

de carcajadas me muero.

Mi recuerdo más antiguo,

yo iba por chucherías,

la calle cruzaba corriendo,

me caí cuando volvía,

llorando me recogieron,

la sangre me chorreaba,

mi madre "Que sucia te has puesto".

Un vestido nuevo

estrenaba y unos zapatos,

por el Corpus de mi pueblo,

muchas flores, muchos nardos,

el olor del azahar,

y los pétalos volando.

Las niñas de comunión, 

el romero van pisando.

Miraba las nubes tumbada,

en el suelo de tu patio,

a ver si pasaba pronto,

el caballo de Santiago.

Llega el verano, el calor

en casa nos tiene encerrados,

que lucen limpias y a oscuras,

hasta que vaya refrescando.

Llega la noche y nos vamos,

a la calle a jugar al fresco,

al coger y al escondite,

se nos pasan las horas corriendo.

La vida se pasa lenta, 

leer libros de aventuras,

o alguna telenovela,

los comic de mis hermanos,

Zipi y Zape, ¡vaya tela!

La vida se pasa lenta,

el día lo tienes entero,

para inventar travesuras,

para que te cuenten un cuento,

para tirarte en el sofá,

y dejar que pase el tiempo.

Carmen Rodríguez.

Te entretengo

 Te entretengo

Te entretengo

con mis risas, con mis cuentos

te entretengo.

Con las cosas que me pasan en el día,

con las idas y venidas,

te entretengo.

Con historias de vecinas, 

con hilvanes de cortinas,

dime tú si esto es correcto,

si la hermana del vecino,

la que se fue a Alemania,

esa que ya nunca vino...

y yo sigo y sigo, con mis cosas

te entretengo.

Pero nadie profundiza en mi mirada,

si me duele ese desplante,

que me hiciste en la parada.

Si he dormido esta noche,

la anterior, o las pasadas,

¿a quién se lo cuento?

No interesan mis sentimientos,

y te creíste ese cuento, 

yo te escucho tus historias,

y con las mías solo, te entretengo.

Carmen Rodríguez

Chari

Chari

Solo supe de tu existencia,

por tu nombre y una foto,

en la entrada de una casa,

para que te vieran todos.

Chari, tu foto en blanco y negro,

Chari, mocita y alegre,

esa foto dónde posas sentada,

en el escalón de tu casa,

con tu sonrisa y tu coleta,

que sepas, que Gloria no te olvidaba.

Te mentaba muchas veces,

eras su amiga del alma,

me dijo que partiste pronto,

hacia el lucero del alba.

Que solo quedaron tus padres,

y una foto pusieron en tu lápida

y por el mes de Todos los Santos

cuando iba al cementerio,

me acercaba

 y la miraba.

Chari, Rosario o Rosarito,

de todas formas te llamaban,

la gente que te quería,

ya no podrán admirarla.

Este año me acerqué,

tu tumba junto a la de mi abuelo,

solo había un hueco vacío,

habían sacado tus restos.

Seguro que ya tus padres,

partieron desde hace tiempo,

y no encontraron a nadie,

que velara por tus huesos.

Una nueva normativa,

papeleos de ayuntamiento,

y así olvidaron a Chari,

de verdad, que no hay derecho.

Por eso le escribo un poema,

y que siempre recordemos,

a la chica de la foto,

que de Gloria, yo conservo.

Chari, su amiga del alma,

que partió tan joven, 

y de la que solo se conserva,

una foto en blanco y negro.

        Carmen Rodríguez