viernes, 21 de enero de 2022

Escuchar el cuerpo "Me he permitido"

  Hola, bienvenidos a este podcast, soy Carmen Rodríguez, y esto es Socialmente2.0.

Hoy quiero hablaros de escuchar al cuerpo, escuchar el cuerpo y el alma. A veces vamos corriendo, de un lado para otro y  no nos escuchamos. 
El pasado día 29 de diciembre, comencé a sentirme mal. Estaba sentada en el sofá y mis amigas iban a hacer una ruta entre dos pueblos cercanos para ver belenes. La verdad es que me apetecía mucho, pero mi cuerpo me pedía cama o sofá. Pensando que me estaba invadiendo la pereza, me calcé mis deportes, me abrigué y allá que me fui a ver belenes. Lo pasamos genial, aunque yo estaba molida. Tengo una enfermedad autoinmune así, que en general estoy acostumbrada al dolor, a sentirme a veces mal y aun así, hacer planes y salir. Pero esta vez era distinto, esa noche no dormí, me dolía todo, pero aún así a la mañana siguiente me fui a trabajar. A la una del medio medio día  ya estaba que no podía con mi cuerpo, me fui a casa, me hice un test de farmacia y di positivo en covid.

Debido a mi enfermedad, no supe escuchar los avisos de mi cuerpo. Me pedía descanso y yo salí a caminar. Esa es una asignatura pendiente, escuchar a mi cuerpo, saber lo que necesita. Si necesita descanso, descansar. Distinguir cuando está bien y cuando está mal y no forzar las situaciones. Este año me he comprometido a seguir una rutina de meditación, aunque sea de cinco minutos, pero aprender a  escucharme.

Aparte del cuerpo, también hay que saber escuchar el alma, los sentimientos. Aunque seas  una persona  alegre, cuando  la vida te da un revolcón en toda regla y te toca la fibra más sensible , que pueden ser tus hijos, o tu pareja, también hay que saber  escucharte. Sentir ese dolor y si estás triste, por algún acontecimiento que haya pasado, hay que permitirse estar triste. No pasa nada, no se acaba el mundo, porque un día desconectes de todo.

 Permitirse un día, o dos o una semana de dolor, no pasa nada. Pero no más, porque tampoco es conveniente recrearse en el dolor, porque un paréntesis para sentir tu dolor, está bien, pero todo pasa, y hay que afrontar la vida y seguir adelante. Dejar pasar la tristeza por tu cuerpo y que salga de la misma manera que entró. Así lo veo yo al menos.

Permitirse estar triste. Así se llama el poema  de esta semana "Me he permitido".

"Me he permitido"

Hoy me he permitido,
tener un día malo, 
dejar mis ánimos, al mínimo,
para ver todo, desde aquí abajo.
Hoy me he permitido,
no cocinar, ni sonreír,
estoy triste, 
¿es pecado acaso,
dejar de ser feliz?
Hoy me permito a mí misma, 
no mirarme en el espejo,
ni embadurnarme de cremas, 
ni maquillarme los ojos, 
ni ponerme el antiojeras,
estoy triste.
He llorado, de amargura,
y solo, solo por hoy,
me he permitido estar triste,
tener un día malo.

Con este poema me despido, hasta el próximo podcast. Puedes encontrarme  en instagram en @social_mente_2.0 o en la página web www.socialmente20.com,   un beso muy muy fuerte .

domingo, 16 de enero de 2022

¡Año nuevo, poesías nuevas! "Se me olvidó decirte"

 Hola, bienvenidos a este podcast, soy Carmen Rodríguez, y esto es Socialmente2.0.


En algún podcast de los que escucho habitualmente,  dijeron  que lo que te gustaba hacer de niña, era lo que de mayor podía ser tu profesión. A mí desde que tengo uso de razón, me ha gustado hacer poesía, escribir me gustaba muchísimo. Tenía mucha facilidad, comencé a los 7 años y  dejé de escribir poemas a los 20 años, cuando me casé y formé una familia. No significa que ahora vaya a dejar todo para ser poeta, pero sí me gustaría dedicar este podcast a ese cometido, o incluirlos de alguna manera.

El poema de hoy, está dedicado a mi hijo.  Yo a mis hijos solo he querido enseñarles las bondades de la gente, que todo el mundo tiene algo bueno. Ayudar a los demás y no hacer daño a nadie.  Como en la película "La vida es bella", nunca he querido enseñarle el lado malo de las personas, además trabajando yo en un juzgado, siempre he procurado obviar en las conversaciones, todo lo malo. Yo cuando me tenía la edad de mis hijos, no sabía que era la envidia, lo descubrí años más tarde, por desgracia. Saber que hay personas que te preguntan, no porque les interese tu vida, sino para enterarse de las cosas y poder murmurar o malmeter, hay amigos que te alejan de que estudies, de que te labres un porvenir, y te alejan de la familia, te alejan de tus sueños. Sí,  hay gente mala, y no he sabido alejar a mi hijo de esa gente.

 "Se me olvidó decirte"

Se me olvidó decirte,
que en este mundo que habitamos,
no solo hay gente  buena.
Gente que mira por ti,
que no lastima,
que vive su vida y deja vivir.
Se me olvidó decirte
y ahora lo digo en este poema,
que quizás te odien a veces,
sin que tú ni siquiera lo sepas.
Que aquellos que crees amigos, 
pueden que no los sean,
y te aconsejen mal,
incluso de tu familia te alejan.
Hay gente en este mundo,
que puede que no te quiera
y no quiero dedicarles,
ni una sola de mis letras.
Por eso te voy a dar,
para que tú puedas verla,
a la gente de verdad,
de esa que vale la pena,
consejos que a ti te sirvan
y distinguirlas tu sepas:
"La gente buena de verdad,
que te quiere y que te acepta,
se alegra de tus logros,
de ver que tú prosperas.
Si pueden ayudarte, te ayudan,
la vida te hacen más fácil, 
sin agobiarte en problemas.
La gente que bien te quiere,
no te dicen que otros murmuran,
diciendo "es por tú bien
solo para que lo sepas".
No hablan mal de otras personas,
viven su vida y solo quieren,
que a ti te pasen cosas buenas
y compartirlas los viernes, 
si se tercian, dos cervezas,
y un poco de risa o mucha,
mucha risa, de alegría,
de alegría de la buena.
Se me olvidó decirte,
y ahora lo digo en este poema.

Con este poema me despido, hasta el próximo podcast. Puedes encontrarme  en instagram en @social_mente_2.0 o en la página web www.socialmente20.com,   un beso muy muy fuerte .